Retención del talento
¿Qué hacemos en Possible para incentivar la retención del talento?
Valorar al personal
Parece algo obvio pero no es fácil. La retención del talento es un elemento clave para todas las empresas y hacer que la gente se sienta valorada no se trata de decir buen trabajo o proporcionar críticas constructivas cuando toca.
Espacios de conversación: Para nosotros es importante proporcionar espacios de conversación, uno a uno, con cada miembro del equipo para que puedan exponer sus dudas y opiniones sobre su puesto y trabajo dentro de la compañía.
Progresión profesional: No menos importante es proporcionar un plan de progresión profesional detallado y trazado para los próximos 2-3 años.
Cada individuo es único: Este plan de progresión no tiene porqué ser solo a efectos de evolución salarial o de conciliación, sino que se debe personalizar para cada individuo pues cada situación es diferente y no hay dos personas iguales.
¿Cómo saber qué hace feliz a las personas?
Para poder conocer las necesidades de las personas es necesario escucharlas y saber lo que cada una considera necesario para ser feliz dentro de la empresa. En Possible, intentamos mantener reuniones periódicas donde se evalúa la evolución profesional del equipo. De igual manera, realizamos reuniones individuales con la plantilla para pedirles feedback, su opinión sobre cómo se sienten dentro de la empresa y en qué puede mejorar la empresa en los aspectos que repercuten a los individuos.
Estas reuniones son fundamentales para conocer el estado de cada persona y poder solucionar situaciones de falta de motivación o de malestar con la empresa.
A estos ejercicios debe acudirse a escuchar y no a prejuzgar, ni a emitir opiniones o decisiones. Posteriormente, con esa información, valorar si es posible para la empresa poner en marcha planes que puedan mejorar la felicidad de los profesionales que la constituyen.
¿Cuáles son las medidas que se pueden abordar?
Algunas personas requieren participar en proyectos más innovadores en los que puedan poner en práctica algún curso o tecnología nueva. Otras buscan tener una línea de formación trazada y que la empresa costee los cursos y certificaciones en los que tiene interés el individuo. Para otros, la felicidad es disponer de su tiempo y organizar a su antojo el trabajo, en horario y localización.
Las posibilidades son infinitas y si la empresa es capaz de manejar y crear oportunidades para que las personas puedan desarrollarse u organizarse a su gusto, será más difícil que decidan dar un cambio de empresa.
Lógicamente, aún poniendo todo esto en juego, no siempre se pueden cumplir todas las necesidades o expectativas. Hay actividades o acciones que desde el punto de vista legal pueden no ser fáciles de articular. (Lamentablemente, la legislación muchas veces es muy rígida y va por detrás de la mentalidad de las nuevas empresas).
Sin embargo, lo importante es explicar de forma clara y directa el porqué una medida no puede ser llevada a cabo y cuales son los impedimentos legales, si los hay. Igual de importante es proponer alternativas que puedan abarcar parte del objetivo de la medida propuesta y así mejorar en parte la situación de los profesionales de las empresas.
En nuestra opinión, las empresas con mejores puntuaciones por parte de sus empleados, no son las que tienen más beneficios como gimnasio, acceso a catering, cafetería gratuita o guardería en sus instalaciones, sino aquellas que escuchan las opiniones y necesidades de sus integrantes e intentan implantar medidas o programas que cubran dichas necesidades.
Manejar la frustración
Tanto la empresa como el personal deben saber manejar la frustración que los invadirá a veces. Hay que ser conscientes de que no siempre es posible llevar a cabo todo lo que uno se propone, conseguir lo que necesita para estar cómodo y a la vez mejorar la situación en la empresa. Hay medidas que pueden ser personales y otras extensibles a todo el equipo, pero hay otras que pueden generar desigualdad y llegar a chocar con los derechos de otros compañeros.
Además, la empresa debe velar por su propia continuidad y crecimiento, por lo que es posible que haya ciertas medidas que no pueden darse en momentos de su trayectoria. Por ejemplo, todos hemos oído de empresas que disponen de mesas de ping pong en sus instalaciones, pero si ese espacio es necesario para puestos de trabajo no se puede considerar el cambiarse de local para poner una mesa de ping pong en la oficina. Es un ejemplo extremo, pero da una idea de que no siempre se puede poner por encima de todo las peticiones o necesidades del personal, sin entrar a juzgar si es bueno o no tener una mesa de ping pong en la oficina o otro tipo de espacios para el ocio y la desconexión.
En resumen…
Escuchar a las personas y estudiar si las necesidades que plantean son viables desde el punto de vista operativo, funcional, legal y laboral de la compañía. Todo esto demostrará al equipo que sus opiniones tienen un impacto en la empresa y que forman parte de ella, no solo como fuerza laboral sino también que son partícipes del día a día que de la empresa, mejorando así la sensación de comunidad y de satisfacción con el entorno que uno esta.
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